La infección en el RN puede simular cualquier otra enfermedad. La capacidad del recién nacido para responder al estrés es limitada, por lo que, el rechazo al alimento, la succión y el llanto débil pueden ser manifestaciones iniciales de sepsis.
Las características más destacadas son:
Generales: rechazo al alimento, inestabilidad térmica, letargia, irritabilidad y escleredema.
Respiratorias: apnea, taquipnea, quejido, aleteo nasal, tiraje y cianosis.
Afectación del SNC: irritabilidad, escasa actividad espontanea, respiración irregular, hipotonía, tremor, fontanela abombada y convulsiones.
Gastrointestinales: distensión abdominal, diarrea, anorexia, vómito y hepatomegalia.
Hemáticas: esplenomegalia, palidez, petequias, púrpura, hemorragia, anemia, trombocitopenia, leucocitosis y leucopenia.
Cardiovasculares: hipotensión, taquicardia, bradicardia y cianosis.
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